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jueves, 30 de junio de 2011

Tres acontecimientos que nos cambiarán la vida

24/06/2011
. Crisis energética mundial.
Tres acontecimientos que nos cambiarán la vida

Michael T. Klare

La buena noticia en cuestión de energía es que, debido al aumento del precio del petróleo y al deterioro de la situación económica en todo el mundo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) informa de que la demanda mundial de petróleo no aumentará este año tanto como se suponía, lo que puede comportar cierto descenso temporal del precio de la gasolina. En su Oil Market Report de mayo, la AIE reduce sus previsiones sobre el consumo mundial de petróleo en 2011 en unos 190.000 barriles, situándolo en 89,2 millones de barriles diarios /1. A resultas de ello, es posible que los precios del carburante en la estación de servicio no alcancen los niveles estratosféricos anunciados a comienzos de año, aunque sin duda seguirán siendo más elevados que nunca después de los máximos alcanzados en 2008, justo antes del estallido de la crisis económica mundial. Recordemos que esta es la buena noticia.


Ahora la mala: el mundo se enfrenta a un conjunto de problemas energéticos acuciantes que en las últimas semanas no han hecho más que agravarse. Estos problemas se multiplican a ambos lados de la gran divisoria geológica: bajo tierra, las reservas antaño abundantes de petróleo convencional, gas natural y carbón fáciles de extraer están agotándose; en la superficie, los errores de cálculo humanos y la geopolítica limitan la producción y disponibilidad de determinadas fuentes de energía. A medida que aumentan las dificultades en ambas vertientes, nuestras perspectivas energéticas se tornan cada vez más sombrías.


Hay un hecho muy simple sin el cual el agravamiento de la crisis energética no se podría explicar: la economía mundial esta estructurada de tal manera que un estancamiento de la producción de energía no es admisible. Para satisfacer las imperiosas necesidades de viejas potencias industriales como los Estados Unidos y al mismo tiempo el hambre voraz de potencias emergentes como China, la producción energética mundial ha de crecer sustancialmente año tras año. Según las proyecciones del Ministerio de Energía de EE UU, la producción energética mundial, partiendo del nivel de 2007, ha de crecer un 29 % hasta alcanzar 675 EJ /2 de aquí a 2025 para satisfacer la demanda prevista. Aunque el consumo aumente un poco menos de lo previsto, toda incapacidad para satisfacer las necesidades mundiales genera una sensación de escasez que, entre otras cosas, hace que se disparen los precios del combustible. Estas son justamente las circunstancias que vemos actualmente y que cabe esperar para un futuro indefinido.


Sobre este telón de fondo, en 2011 se han producido tres acontecimientos cruciales que están cambiando la manera en que probablemente viviremos en este planeta durante un futuro previsible.


Los problemas del petróleo superpesado
El primero y de momento más virulento de los choques energéticos del año ha sido el asestado por la serie de acontecimientos precipitados por las rebeliones de Túnez y Egipto y la subsiguiente primavera árabe en Oriente Medio en sentido amplio. De hecho, ni Túnez ni Egipto son importantes países productores de petróleo, pero la onda expansiva política de aquellas insurrecciones se ha propagado a otros países del entorno, como Libia, Omán y Arabia Saudí. Hoy por hoy, parece que los dirigentes saudíes y omaníes controlan las protestas, pero la producción libia, que normalmente ascendía a un promedio de 1,7 millones de barriles al día, es ahora casi nula.


Desde el punto de vista de la futura disponibilidad de petróleo, es imposible exagerar la importancia de los acontecimientos de esta primavera en Oriente Medio, que siguen agitando con fuerza a los mercados energéticos. De acuerdo con todas las proyecciones sobre la producción mundial de petróleo, Arabia Saudí y los demás Estados del golfo Pérsico tendrán que asegurar una parte creciente de la oferta mundial a medida que disminuye la producción de otras regiones cruciales. Lograr este aumento de la producción es fundamental, pero no será posible a menos que los gobernantes de esos países inviertan cantidades colosales en el acceso a nuevas reservas de petróleo, especialmente las de la variedad más pesada, el “petróleo difícil”, que requiere una infraestructura mucho más costosa que la de los yacimientos actuales de “petróleo fácil”.


En el reportaje de portada titulado “Facing Up to the End of ‘Easy Oil’” (Ante el final del “petróleo fácil”), el Wall Street Journal ha señalado que toda esperanza de satisfacer las futuras necesidades de petróleo reside en la voluntad de Arabia Saudí de invertir centenares de miles de millones de dólares en sus reservas de petróleo superpesado. Pero precisamente ahora, ante una demografía disparada y las perspectivas de una revuelta juvenil al estilo egipcio, la dirección saudí parece propensa a dedicar su enorme riqueza a programas de obras públicas generadores de empleo y a compras de armamento, no en nuevas instalación petroleras; lo mismo se puede decir en gran medida de las demás monarquías petroleras del golfo Pérsico.


No está claro que estos intentos vayan a dar fruto. Si ante las promesas de puestos de trabajo y de buenos ingresos y la fuerte represión de toda disidencia, la población juvenil saudí parece menos proclive a la protesta que las de Túnez, Egipto y Siria, esto no significa que vaya a mantenerse el status quo para siempre. “Arabia Saudí es una bomba de relojería”, ha declarado Jaafar Al Taie, director gerente de Manaar Energy Consulting (que asesora a empresas petroleras extranjeras presentes en la región). “No creo que lo que está haciendo el rey actualmente sea suficiente para prevenir un levantamiento”, ha añadido, a pesar de que la realeza saudí acaba de anunciar un plan de 36.000 millones de dólares para elevar el salario mínimo, aumentar los subsidios de desempleo y construir viviendas sociales.


En estos momentos, el mundo puede encajar una pérdida prolongada de petróleo libio. Arabia Saudí y algunos otros productores tienen suficiente capacidad excedentaria para suplirla. Si alguna vez estalla Arabia Saudí, sin embargo, todas las salidas estarán cerradas“Si ocurre algo en Arabia Saudí, [el precio del petróleo] subirá a 200 o 300 dólares [por barril]”, dijo el jeque Zaki Yamani, exministro de petróleo del reino, el pasado 5 de abril. “No creo que eso vaya a producirse en un futuro previsible, pero ¿quién previó lo de Túnez?”


Energía nuclear en declive
Desde el punto de vista de los mercados energéticos, el segundo hecho importante de 2011 se produjo el 11 de marzo, cuando un terremoto inesperadamente fuerte, seguido de un tsunami, sacudió Japón. De entrada, el doble ataque de la naturaleza dañó y destruyó una parte significativa de la infraestructura energética del norte del país, con sus refinerías, instalaciones portuarias, oleoductos, centrales eléctricas y líneas de alta tensión. Además, como es sabido, devastó cuatro plantas nucleares en Fukushima, provocando, de acuerdo con el Departamento de Energía de los EE UU, una pérdida permanente de 6.800 MW (megavatios) de capacidad de generación de electricidad.


Esto ha forzado a su vez a Japón a incrementar sus importaciones de petróleo, carbón y gas natural y por tanto la demanda global. Con Fukushima y otras centrales nucleares fuera de combate, los analistas del sector calculan que las importaciones de petróleo en Japón pueden aumentar a razón de unos 238.000 barriles diarios y las de gas natural a razón de 34 millones de metros cúbicos al día (principalmente en forma de gas natural licuado o GNL).


Este es un importante efecto a corto plazo del tsunami. ¿Qué decir de los efectos a más largo plazo? El gobierno japonés declara que ha desechado los planes de construir hasta 14 nuevos reactores nucleares en las dos próximas décadas. El 10 de mayo, el primer ministro Naoto Kan anunció que el gobierno estaba obligado a “partir de cero” en la elaboración de una nueva política energética para el país. Aunque habla de sustituir los reactores clausurados por sistemas de energía renovable como la eólica y la solar, la triste realidad es que una parte significativa de cualquier expansión energética futura dependerá del aumento de las importaciones de petróleo, carbón y GNL.


La catástrofe de Fukushima –y las revelaciones subsiguientes sobre los defectos de diseño y fallos de mantenimiento en la central– ha tenido un efecto dominó, empujando a los responsables de la política energética de otros países a cancelar los planes de construir nuevas centrales nucleares o prolongar la vida útil de las existentes. El primer país en hacerlo ha sido Alemania: el 14 de marzo, la canciller Angela Merkel cerró dos plantas antiguas y dejó en suspenso los planes de prolongar la vida de otras 15. El 30 de mayo, su gobierno convirtió la suspensión en permanente. Presionada por manifestaciones antinucleares masivas y un revés electoral, prometió cerrar todas las centrales nucleares existentes de aquí a 2022, lo que a juicio de los expertos comportará un incremento del consumo de combustibles fósiles.


China también ha actuado con rapidez, anunciando el 16 de marzo que dejaba de conceder permisos para la construcción de nuevos reactores a la espera de revisar los sistemas de seguridad, pero no descartó del todo las inversiones previstas. Otros países, como India y Estados Unidos, procedieron asimismo a revisar los sistemas de seguridad de sus reactores, poniendo en entredicho ambiciosos programas nucleares. Después, el 25 de marzo, el gobierno suizo anunció que abandonaba los planes de construir tres nuevas centrales nucleares y en general la energía nuclear, cerrando la última de sus plantas en el año 2034; de este modo, se sumó a la lista de países que han dado la espalda definitivamente a la energía nuclear.


La sequía repercute en la energía
El tercer hecho importante de 2011, que no guarda una relación tan clara con la energía como los otros dos, es la serie de sequías persistentes, en muchos casos sin parangón en el pasado, que han afectado a muchas zonas del planeta. Por supuesto, el efecto más inmediato y dramático de la sequía prolongada es la disminución de la producción de cereales, provocando un aumento continuo de los precios de los alimentos y de la agitación social.


Las intensas sequías del año pasado en Australia, China, Rusia y partes de Oriente Medio, América del Sur, EE UU y últimamente en el norte de Europa han contribuido al actual aumento nunca visto del precio de los alimentos, lo cual, a su vez, ha sido un factor determinante de la inestabilidad política que barre actualmente todo el norte y este de África y Oriente Medio. Pero la sequía también repercute en la energía, ya que puede reducir el caudal de importantes sistemas fluviales, con la consiguiente disminución de la producción hidroeléctrica, como ocurre actualmente en varias regiones afectadas por la sequía.


La amenaza más grave de todas para la generación de electricidad se cierne sobre China, que está sufriendo una de las peores sequías de su historia. La pluviosidad de enero a abril en las cuencas hidrográficas del Yangtsé, el río más largo y económicamente importante de China, ha sido un 40 % inferior a la media de los últimos 50 años, informa el China Daily. Esto ha provocado un declive significativo de la producción hidroeléctrica y a una fuerte escasez de electricidad en gran parte de China central.


Los chinos queman ahora más carbón para generar electricidad, pero las minas nacionales ya no satisfacen las necesidades del país, de modo que China se ha convertido en un gran importador de carbón. El aumento de la demanda, combinado con una oferta insuficiente, ha provocado un repunte del precio del carbón, y dado que las tarifas eléctricas (fijadas por el gobierno) no siguen esta evolución, muchas compañías eléctricas chinas prefieren limitar la producción de energía eléctrica antes que comprar carbón a precio de oro y funcionar con pérdidas. En contrapartida, las industrias recurren cada vez más a generadores de emergencia que funcionan con motores de gasóleo, que a su vez potencian la demanda de petróleo importado, con la consiguiente presión alcista sobre los precios mundiales del combustible.


Destrozar el planeta
Este mes de junio nos encontramos con una agitación social que no cesa en Oriente Medio, sombrías perspectivas para la energía nuclear y una grave escasez de electricidad en China (y tal vez en otros lugares). ¿Qué otras cosas podemos ver en el horizonte energético mundial? A pesar de las previsiones de la AIE de una futura disminución del consumo de petróleo, la demanda global de energía sigue creciendo con mayor rapidez que la oferta. Todo indica que el desequilibrio persistirá.


Tomemos por ejemplo el caso del petróleo. Cada vez más analistas del sector coinciden en que la edad del “petróleo fácil” ha llegado a su fin y en que el mundo ha de echar mano de modo creciente del “petróleo difícil”, que cuesta más de extraer. Se da por hecho en muchos casos, además, que el planeta contiene grandes cantidades de ese material, a gran profundidad, lejos de la costa, en formaciones geológicas problemáticas como las arenas bituminosas de Canadá, y en el océano Ártico en proceso de deshielo. Sin embargo, la extracción y procesado de ese petróleo superpesado serán cada vez más costosos y comportarán graves riesgos para los humanos y sobre todo para el medio ambiente. Recordemos la catástrofe de la plataforma Deepwater Horizon de BP en abril de 2010 en el golfo de México.


Tanta es la sed de petróleo del mundo que a pesar de todo se extraerá una cantidad creciente de ese material, aunque probablemente no al ritmo y en la escala que harían falta para compensar el agotamiento del petróleo. Junto con la inestabilidad que no cesa en Oriente Medio, este panorama parece reforzar la perspectiva de un aumento continuo del precio del petróleo en los próximos años. En una encuesta entre altos directivos de compañías energéticas mundiales, realizada el pasado mes de abril por el KPMG Global Energy Institute, el 64 % de los encuestados predicen que el precio del petróleo superará la barrera de los 120 dólares por barril antes de finales de 2011. Aproximadamente un tercio de ellos prevén que el precio incluso subirá más, y el 17 % entienden que alcanzará una cota situada entre 131 y 140 dólares por barril; el 9 %, entre 141 y 150 y el 6 %, por encima de los 150.


El precio del carbón también se ha disparado en los últimos meses debido al aumento de la demanda mundial a raíz de la contracción de la producción de energía nuclear e hidroeléctrica. Muchos países han emprendido esfuerzos significativos por impulsar el desarrollo de energías renovables, pero éstas no avanzan con la rapidez o a una escala suficientes para sustituir a corto o medio plazo las tecnologías más antiguas. La única esperanza, según los expertos, radica en la creciente extracción de gas natural de los esquistos en EE UU mediante fracking (fractura hidráulica).


Los defensores del gas de esquisto alegan que puede satisfacer gran parte de las necesidades energéticas de EE UU en los próximos años, reduciendo al mismo tiempo los daños al medio ambiente en comparación con el carbón y el petróleo (puesto que el gas emite menos dióxido de carbono por unidad de energía generada); sin embargo, cada vez son más la voces que advierten contra la amenaza que supone para el suministro de agua potable el uso de productos químicos tóxicos en el proceso de fracking. Estas advertencias han resultado suficientemente convincentes para inducir a los legisladores de un creciente número de países a imponer una serie de restricciones a esta práctica, poniendo en tela de juicio la futura contribución del gas de esquisto a la oferta energética nacional. Además, el 12 de mayo la Asamblea Nacional francesa (la poderosa cámara baja del parlamento) decidió por 287 votos a favor y 146 en contra prohibir el fracking en Francia, siendo el primer país en hacerlo.


Los problemas ambientales del fracking no son los únicos. El caso es que todas las estrategias que se plantean actualmente con vistas a prolongar el uso del petróleo, el carbón y el gas natural implican graves riesgos, costes económicos y ecológicos (como ocurre, por supuesto, con el uso de combustibles fósiles de toda clase) en un momento en que las primeras cifras de la AIE con respecto a 2010 indican que ha sido inesperadamente un año en que la humanidad ha batido el récord de emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.


Cuando los grandes yacimientos de petróleo fácilmente accesibles de Texas, Venezuela y Oriente Medio están agotados o significativamente mermados, el futuro del petróleo reside en materiales de tercera categoría como arenas bituminosas, aceite de esquisto y crudo superpesado, cuya extracción consume cantidades de energía, emiten más gases de efecto invernadero y destruyen el medio ambiente.


El del gas de esquisto es un ejemplo típico. Aunque abundante, solo se puede liberar de las formaciones rocosas del subsuelo mediante el uso de explosivos y agua a alta presión mezclada con productos químicos tóxicos (en esto consiste el fracking). Además, para obtener las cantidades necesarias de aceite de esquisto habrá que perforar muchas decenas de miles de pozos por todo el paisaje estadounidense, de los que todos y cada uno podría comportar un desastre ambiental.


Del mismo modo, el futuro del carbón se basará en tecnologías cada vez más invasivas y peligrosas, como la voladura de cumbres montañosas y la dispersión de las rocas sobrantes y los residuos tóxicos en los valles circundantes. Todo aumento del consumo de carbón intensificará asimismo el cambio climático, puesto que el carbón emite más dióxido de carbono que el petróleo y el gas natural.


En suma, toda expectativa de que el aumento continuo de la oferta de energía bastará para satisfacer la demanda en los próximos años está condenada al fracaso. Lo más probable es que el futuro energético del planeta venga marcado por situaciones de escasez recurrentes, alzas de precios y un creciente malestar.


Si no abandonamos la convicción de que el crecimiento ilimitado es nuestro derecho inalienable y no nos dedicamos a desarrollar las energías renovables (con el esfuerzo y la inversión que requiere este compromiso para tener sentido), el futuro está lleno de sombras. Entonces, la historia de la energía que se enseñará en alguna universidad de finales del siglo XXI se titulará “Cómo destruir un planeta”.


5/6/2011 (Publicado en TomDispatch.com)


Michael T. Klare es profesor de estudios sobre paz y seguridad mundial en Hampshire College, Estados Unidos.
Traducción: VIENTO SUR
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/1.- Un barril de petróleo equivale a 158,99 litros.
Todas las demás unidades del artículo han sido convertidas al Sistema Internacional de acuerdo con las siguientes equivalencias:
1 pie cúbico = 0,02832 metros cúbicos
1 Btu (British termal unit) = 1055,06 J (Joule).
/2.- 1 EJ = 1 exa Joule = 1018 J = 1 millón de billones de Joules


domingo, 26 de junio de 2011

Medvédev se pronuncia por reducir el papel del Estado en la regulación de la economía

Entrevista de Medvédev a Financial Times

13:37 20/06/2011
Moscú, 20 de junio, RIA Novosti.
Los funcionarios rusos deben entender que no se puede ejercer constantemente el control sobre el mundo de negocios, la psicología del Estado respecto al funcionamiento de la economía precisa de cambios, manifestó el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev.
“Los funcionarios públicos deben comprender que no se puede ejercer un control permanente sobre el mundo de negocios. La economía debe autorregularse”, dijo Medvédev en una entrevista al periódico Financial Times.
Asimismo, el líder ruso planteó la necesidad de unos cambios radicales en ese ámbito.
“Muchos directivos que actúan con buena fe, no obstante, tienen la costumbre de dirigirse con prácticamente cada asunto al Kremlin, al presidente, a Vladímir Putin, a los ministros. Pero eso no puede continuar para siempre puesto que rompe el sistema de funcionamiento de la economía”, explicó Medvédev.
Según el jefe del Estado ruso, esa mentalidad se puede cambiar y como ejemplo Medvédev ofreció su propia experiencia.
“Si yo encuentro fuerzas para renunciar a algo, los demás también pueden hacerlo. Durante ocho años ejercí de presidente del consejo de directores de Gazprom, y también me ocupé de la gestión operativa de la economía porque Gazprom es la empresa más grande de Rusia. Pero un día hay que encontrar fuerzas para decir: Basta, hay que cambiar el sistema de gestión. Eso es lo primero. Mientras, lo segundo es una sólida base legislativa que también debe cambiar conforme con los requerimientos del momento”, concluyó.

Confianza y franqueza, base de vínculos sino-chilenos

Fuente: Xinhua, 24/06/2011

Las relaciones entre Chile y China están basadas en la confianza y franqueza, aseveró el día 23 el senador Juan Antonio Coloma, presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI).

En entrevista exclusiva con Xinhua, el líder del partido más grande del país, ofreció sus impresiones sobre los resultados de su reciente visita al país asiático, invitado por el Partido Comunista de China (PCCh).

"La relación bilateral hay que privilegiarla porque genera la confianza, el conocimiento, saber porqué se piensa de determinada forma y, en ese sentido, mi visita a China en lo personal fue muy interesante y como partido muy esclarecedora", subrayó.

Coloma sostuvo que "veo un amplio campo de desarrollo para las relaciones entre los dos países".

"La base de las relaciones entre Chile y China es de mucha confianza y de mucha franqueza, lo cual es la esencia de las buenas relaciones formales", dijo, añadiendo que más allá de la forma en que cada país adopte su modelo de desarrollo, lo más importante es el fondo del proyecto que postula.

Afirmó que esta primera visita le ha permitido "conocer y sentirse parte de los procesos chinos, entender más la forma en cómo están haciendo las cosas, en un mundo que ha botado barreras y afortunadamente se generan nuevos puentes".

"China está en un proceso impresionante para incorporar a cientos de millones de personas al desarrollo económico y social, lo cual hace 30 años atrás era inimaginable y eso se hizo a partir de los conceptos de reforma económica y apertura al exterior", explicó.

Al describir el proceso chino actual, Coloma señaló que "es una mezcla un poco mágica" entre cultura milenaria, que se mantiene y desarrolla, con un impacto visual muy impresionante, con énfasis en la capacidad creativa y el mejoramiento de las condiciones de vida.

"Lo que está pasando en China apunta al crecimiento y a incorporar a millones de ciudadanos a la capacidad de consumo y desarrollo social, que debe ser siempre la aspiración de quienes son los líderes de los países", añadió.

Recordó que Chile también hizo una reforma hace 30 años atrás, que "permitió crear y fomentar la libertad de emprender y eso generó nuestro propio avance hacia el desarrollo y hoy Chile sea el primer país latinoamericano en estar cerca de derrotar la pobreza".

La UDI, que tiene 8 senadores y 40 diputados, forma parte de la coalición derechista que apoya al gobierno del presidente Sebastián Piñera, quien asumió en marzo de 2010.

Respecto a la colaboración entre la UDI y el PCCh, dijo que "lo principal es conocerse", recordando que los lazos diplomáticos entre ambos países tienen casi 41 años.

"Fuimos el primer país sudamericano que reconoció a China y eso genera una responsabilidad, y luego se firmó un Tratado de Libre Comercio, y Chile puede ser la puerta de América Latina y China, la puerta de Asia" , agregó.

"Somos países que estamos justamente del otro lado del mundo uno del otro y en un mundo de globalización, paradojalmente, no son las máquinas las que hacen que las personas se conozcan por muy eficientes que sean, sino los ojos cuando se miran fijamente", comentó.

Indicó que durante el siglo pasado, "el mundo giró hacia los consensos políticos mínimos y hoy día tenemos más coincidencia sobre muchas más cosas que antes, cualquiera que sea la palanca del desarrollo, aunque se llame cohesión social o armonía".

"No cabe duda de que ahora es necesaria la búsqueda de consensos máximos en materia de energía, economía y temas sociales, y mañana en materia política, lo que va ser una palanca para el desarrollo más estable de los pueblos", acotó.

China será el mayor motor de crecimiento global en los próximos años

Fuente: Xinhua, 27/06/2011

China se convertirá en el mayor motor de crecimiento global en los próximos años, aseguró Zheng Xinli, vicepresidente permanente del Centro de Intercambios Económicos Internacionales de China.

Zheng hizo estos comentarios ayer domingo durante la II Cumbre Internacional de Grupos de Expertos, un evento organizado por el centro que se desarrolló en Beijing a lo largo del fin de semana.

El experto estimó que el valor de las importaciones de China podría llegar a 1,8 billones de dólares este año y las importaciones en los próximos cinco años sumarían 12 billones de dólares. Además, el mercado interno se expandirá rápidamente gracias a la aceleración del consumo, vinculada a la transformación del modelo de crecimiento económico.

Zheng pronosticó que las ventas del mercado interno de China, que totalizaron 15 billones de dólares en 2010, continuarán aumentando en los próximos cinco años.

El experto añadió que el país utilizará una parte de sus abundantes reservas de divisas para invertir en el exterior, lo que creará puestos de trabajo y promoverá la recuperación económica en países y regiones receptores.

Siempre que los países en vías de desarrollo, entre ellos los del Grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) aceleren la industrialización y la urbanización y cooperen con los países desarrollados, la economía global se recuperará y seguirá un camino de desarrollo estable, sostenible y de largo plazo, subrayó Zheng.

2009: Putin propone fundamentos de un nuevo orden mundial

SOMOS PUEBLO, 28 febrero 2009

Putin propone fundamentos de un nuevo orden mundial
El fúnebre ambiente prevaleciente en la reciente reunión del Foro Económico Mundial celebrado hacia fines de enero pasado en la estación turística invernal de Davos, Suiza, sumado a la tradicional selectividad de los medios de comunicación internacionales en resaltar lo que encuadra a sus intereses, hizo que se diluyera lo que tal vez fue el mejor punto del evento, el discurso del Primer Ministro ruso Vladimir Putin.
En un marco en el que los líderes asistentes -entre ellos, el primer ministro británico Gordon Brown y la canciller alemana Angela Merkel- se limitaron a proferir trivialidades y a repetir lugares comunes acerca de la crisis global(el caso de las invectivas de Brown contra el resurgimiento del "proteccionismo") Putin aprovechó la oportunidad no solamente para pintar un cuadro realista de los aspectos económico-financieros de la crisis, sino también para esbozar los fundamentos de una urgente reformulación sistémica a escala mundial.
Según Putin, el factor clave del nuevo orden mundial debe ser el cambio de la confrontación por la cooperación: "Esto significa que un sistema basado en la cooperación entre varios centros importantes debe sustituir al obsoleto mundo unipolar. Debemosreforzar el sistema de reguladores globales basado en el Derecho Internacional y un sistema de acuerdos multilaterales, de modo de evitar el caos y la inseguridad en un mundo multipolar. Consecuentemente, es muy importante que revaloremos el papel de las principales organizaciones e instituciones internacionales".
En lugar de enfatizar excesivamente el papel central de EU en la crisis, Putin prefirió dividir las responsabilidades. "Aunque la crisis estuviese simplemente balanceándose en el aire, la mayoría se empeñó en obtener su rebanada de pastel, fuese un dólar o mil millones, y no querer ver que la ola crecía".

Su diagnóstico de la crisis fue conciso:
"En nuestra opinión, la crisis fue provocada por una combinación de factores. El sistema financiero existente fracasó. Una reglamentación debajo de los padrones contribuyó a la crisis, fallando en reconocer debidamente los tremendos riesgos. Súmese a esto las desproporciones colosales que se acumularon en los últimos años. Esto se refiere primariamente a desproporciones entre la escala de operaciones financieras y el valor fundamental de los activos, así como aquellas entre la masa ampliada de préstamos internacionales y las fuentes de sus colaterales.
"Todo sistema económico en que un centro regional imprime moneda sin descanso y consume riqueza material, mientras que otro centro regional fabrique bienes a bajo costo y preste dinero impreso por otros gobiernos, sufre un gran revés. Yo añadiría que ese sistema dejó regiones enteras en las franjas de los procesos económicos globales, incluyendo a Europa, y les impidió adoptar decisiones económicas y financieras cruciales. Además, la prosperidad generada fue distribuída de forma bastante desigual entre varios estratos de la población. Esto se aplica a las diferencias entre los estratos sociales en ciertos países, incluyendo algunos altamente desarrollados. Y se aplica igualmente a las brechas entre países y regiones. Una considerable fracción de la población mundial aún no puede disponer de habitación confortable, educación y de servicios de salud de calidad….y, finalmente, esta crisis fue provocada por expectativas excesivas. Los aspectos corporativos referentes a una demanda constantemente creciente se ensancharon injustificadamente. La corrida entre los índices de los mercados accionarios y la capitalización comenzó a ofuscar la creciente productividad del trabajo y la efectividad real de las empresas".
Para superar la crisis económica-financiera, Putin propone algunas medidas:
l) Cancelación de las deudas y activos "ruines"
"(….) En nuestra opinión, debemos primero expiar el pasado y abrir nuestros juegos, por así decirlo. Esto significa que debemos evaluar la situación real y cancelar todas las deudas incobrables y activos "ruines". Es verdad que este sería un proceso extremadamente doloroso y desagradable. De otra manera, estaríamos 'conservando' y prolongando la crisis, a menos que limpiemos nuestros balances. Creo que las autoridades financieras deben trabajar un mecanismo necesario para cancelar deudas el cual corresponda a las necesidades actuales".
2) Regreso a los criterios de economía real
"(….) Aparte de limpiar nuestros balances, es más que la hora de librarnos del dinero virtual, informes exagerados y clasificaciones de riesgo dudosas…En efecto, nuestra propuesta implica que la reforma de los sistemas de auditoría, contabilidad y clasificación de riesgo, esté basado en el regreso al concepto fundamental del valor de los activos. En otras palabras, las evaluaciones de cada negocio individual deben estar basadas en su capacidad de generar valor agregado, en lugar de conceptos subjetivos. En nuestra opinión, la economía del futuro debe de volver a ser una economía de valores reales. La manera de llegar a esto no está muy clara, pensemos juntos al respecto".
3) El fin del monopolio del dólar como moneda de referencia
"(….) La dependencia excesiva de una única moneda de reserva es peligrosa para la economía global. Consecuentemente, en el futuro, sería relevante incentivar el proceso objetivo de la creación de varias monedas fuertes de reserva. Es más que la hora de establecer una discusión detallada de los métodos para facilitar una transición suave e irreversible para el nuevo modelo".
4) Transparencia de las políticas monetarias nacionales
"(….) La mayoría de las naciones convierte sus reservas internacionales en monedas extranjeras y, por tanto, deben estar convencidas de que ellas son confiables. Aquellas que emiten las monedas de reserva y contabilidad tienen un interés objetivo en su uso para otros Estados. Esto resalta los intereses mutuos y la interdependencia. En consecuencia, es importante que los emisores de las monedas de reserva implementen políticas monetarias más abiertas. Además, esas naciones deben de comprometerse a ceñirse a las reglas de disciplina macroeconómica y financiera internacionalmente reconocida. En nuestra opinión, esta no es una exigencia excesiva".
5) Acceso a los requisitos de desarrollo
"(….) Cada nación debe tener garantizado el derecho a recursos vitalesnuevas tecnologías y fuentes de desarrollo. Lo que necesitamos son garantías que puedan minimizar los riesgos de crisis recurrentes. Nuestras decisiones deben considerar la actual situación y tomar en cuenta los requisitos de un nuevo mundo post-crisis. Propongo que comencemos a establecer un nuevo marco legal internacional para la seguridad energética. La implementación de nuestra iniciativa podría desempeñar un papel político comparable al Tratado que estableció la Comunidad Europea del carbón y el acero. O sea, consumidores y productores estarían finalmente vinculados en una real asociación energética única, con una base legal clara (…)".
6) Fin de la especulación energética
"(….) Cada uno de nosotros comprende que las fluctuaciones bruscas e imprevisibles de los precios de la energía son un factor de desestabilización colosal para la economía global….Es necesario regresar a una política de precios equilibrados basada en un equilibrio entre oferta y demanda, para liberar a los precios de un elemento especulativo generado por instrumentos financieros derivados (….)"

7) Restricciones de gastos militares
"(….) Desafortunadamente, hemos olvidado cada vez más el argumento de que el aumento de los gastos militares podría resolver los actuales problemas sociales y económicos. La lógica es simple: gastos militares adicionales crean nuevos empleos. A simple vista, esto suena como una buena manera de combatir la crisis y el desempleo. Esta política hasta podría ser efectiva a corto plazo, pero, a largo plazo, la militarización no resolvería el problema, solo lo paliaría temporalmente. Lo que hará es exprimir vastos recursos financieros y otros de la economía, en vez de descubrir usos mejores y más inteligentes de ellos. Mi convicción es que una restricción racional en los gastos militares, especialmente si es acoplada a los esfuerzos por reforzar la estabilidad y la seguridad globales, ciertamente traerá significativos dividendos económicos. Espero que, eventualmente, este punto de vista se imponga globalmente (….)".
Putin concluyó reforzando un llamado a la cooperación: "Esta crisis puede y deber ser combatida con la movilización conjuntade nuestros recursos intelectuales, morales y materiales. Este tipo de consolidación de esfuerzos es imposible sin la confianza mutua, no solamente entre los operadores de negocios, sino principalmente entre naciones. Por tanto, encontrar esa confianza mutua es un objetivo-clave en el cual debemos concentrarnos ahora. La confianza y la solidaridad son cruciales para la superación de los problemas actuales y evitar más choques, lograr la prosperidad y el bienestar en este nuevo siglo".
Fuente: Reseña Estratégica