Columna semanal por Armando Pérez
14:56 14/11/2011
La supresión de la membresía de Siria en la Liga de Países Árabes (LA) y la posibilidad de que los países árabes emprendan sanciones contra el gobierno de Damasco, pueden frustrar los esfuerzos de una salida política a la crisis aumentando el riesgo de una guerra civil como la que ocurrió en Libia.
De los 22 países miembros de la LA, 18 de ellos votaron a favor de la supresión de Siria cuyo gobierno permanecerá aislado hasta que no ponga en marcha un plan de paz que ponga fin a los enfrentamientos armados entre la oposición y las autoridades, y se fijen las bases a un proceso de reformas políticas que permitan la democratización del país.
En la votación Siria, Líbano y Yemen votaron en contra, mientras que Irak se abstuvo de participar en la votación.
Convocada por Qatar, y celebrada el pasado sábado en El Cairo, los ministros de Asuntos exteriores de la LA destacaron que el ejército de Siria con sus tanques y vehículos blindados permanecen patrullando las ciudades por lo que continúan las víctimas humanas en los enfrentamientos.
"Si no se pone fin a la violencia en Siria, la LA se verá en la obligación de apelar a las organizaciones internacionales deicadas a la defensa de los derechos humanos ente ellas las entidaddes de la ONU", subrayó la resolución adoptada por los cancilleres árabes.
Según expertos rusos, con estas declaraciones la Liga Árabe repite el escenario que se produjo en Libia, pues la resolución que permitió la intervención de la OTAN contra Gadafi aprobada por el Consejo de Seguridad se produjo después de una petición oficial similar expedida precisamente por la LA.
En contra de lo esperado, el boicot de la LA contra el gobierno del presidente Bashar Asad desató el descontento de parte de la población que ocupó las calles de las ciudades sirias para expresar su descontento con la resolución adoptada.
El pasado fin de semana en Damasco, una muchedumbre enardecida irrumpió en el territorio de la embajada de Arabia Saudita ocasionado daños materiales en el edificio. Afortunadamente, sin incidentes graves debido a que la mayor parte del personal diplomático saudí el mes pasado abandonó el territorio de Siria según indicaciones del gobierno de El Riad.
Según la prensa local, en la localidad de Lataki, a 330 kilómetros al norte de Damasco multitudes descontentas atacaron los consulados de Francia y Turquía y un piquete de manifestantes bloquean desde el pasado domingo la sede de la embajada de Qatar, que actualmente ejerce la presidencia de la LA.
Según expertos, la LA suprimió la membresía de Siria tras la fuerte presión de Estados Unidos y países de la Unión Europea que impusieron sanciones económicas contra el gobierno de Asad destinadas a debilitar el presupuesto del país árabe.
En particular a partir del 15 de noviembre entra en vigor una prohibición a la compra de petróleo sirio y productos derivados para todas las empresas europeas y Siria espera que su petróleo lo comprará China y otros países amigos.
Observadores resaltan que la LA tuvo que reaccionar al recién informe publicado por la organización internacional Human Rights Watch (HRW) que acusó a las autoridades sirias de crímenes contra la Humanidad en la provincia de Homs, en el occidente del país.
Según ese informe, desde el pasado mes de abril hasta finales de agosto en Homs, murieron al menos 587 civiles en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad sirias. De ellos, 102 murieron después del 2 de noviembre fecha cuando que el gobierno de Siria aceptó el plan de paz propuesto por la LA.
El plan prevé el retiro del ejército de todos los poblados, la liberación de todos los presos políticos y el fin de la violencia callejera. Entre otras condiciones para normalizar la situación de orden público las autoridades sirias deben suministrar a la LA y a los medios de prensa información fiable de lo que ocurre en el país.
Por su parte, las autoridades sirias comenzaron a cumplir parte de los puntos y anunció el pasado 4 de noviembre la liberación de 553 detenidos y la puesta en marcha de una amnistía para los lideres de la oposición radical incluso las agrupaciones armadas que desistan de la lucha armada y se inserten en la vida pacífica del país.
Pero por lo visto, hay gobiernos que no quieren la paz como denunció recientemente el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid Muallem, al acusar a Estados Unidos de impedir el proceso de paz y fomentar la confrontación y la violencia en el país.
En un mensaje dirigido a sus homólogos de Rusia, China, la India, África del Sur, Brasil Muallem dijo que EEUU alienta a la oposición a continuar la lucha contra el gobierno con la seguridad de que podrán lograr lo que consiguió la oposición en Libia.
Expertos destacan que la oposición siria recibe de organizaciones y fondos y organizaciones de “amigos y simpatizantes” dinero para pagar a la población su participación en las manifestaciones antigubernamentales e incluso armas.
Como en Libia, en muchas poblaciones en el occidente de Siria han aparecido grupos armados en vehículos que se enfrentan con la policía y las autoridades locales. Según medios de prensa local algunos poblados están controlados por la oposición.
Probablemente alentados con esas victorias, la oposición siria rechazó la iniciativa de la LA sobre el arreglo pacífico del conflicto interno en Siria.
A pesar de los esfuerzos de países vecinos, la oposición siria declaró que rechazará el diálogo con Damasco hasta que las autoridades sirias actuales sean derrocadas.
La intransigencia de la oposición en parte es sustentada por la postura de países influyentes interesados derrocamiento de Asad a pesar del costo que puede tener para la seguridad y estabilidad en la región.
Turquía un país clave en la región saludó la postura adoptada por la LA en cambio, Irán que apoya el gobierno sirio se ha abstenido de hacer cometarios al respecto.
Mientras tanto, Rusia expresó su apoyo a la decisión de Damasco de aceptar los esfuerzos de LA para un arreglo pacífico del conflicto.
“La decisión de Siria de aceptar el plan de LA da esperanza para una transición a un proceso de paz en las negociaciones”, dijo recientemente el presidente del Comité internacional del Consejo de Federación, Mijaíl Marguelov.
Esta semana en Moscú el gobierno ruso sostendrá consultas con Burhan Ghalioun, presidente del Consejo Nacional Sirio una de las fuerzas más importantes de la oposición en Siria.
Simultáneamente, emisarios del Kremlin se reunirán con el embajador y representantes del gobierno sirio para impulsar el proceso de paz a pesar de la agudización de las relaciones entre el gobierno sirio y la LA, por ahora el único mediador que puede evitar una guerra civil en Siria.
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